Más de mil personas a diario sufren un robo de identidad a través de Internet sin darse cuenta de ello. Este tipo de robo se puede dar con cualquier tipo de dispositivo que se pueda conectarse y acceder a Internet.

En el sector donde mayor hackeo de cuentas hay es en el comercio electrónico, y sobre todo a través de móviles. A diferencia de los ordenadores, la mayoría de las personas no suele utilizar programas de protección en su dispositivo ni actualizarlo a medida que haya mejoras. Los usurpadores tienen una gran ventaja con respecto al usuario que está siendo usurpado, ya que, este suele tardar un largo periodo de tiempo en saberlo.

La tecnología ha ido evolucionando y las marcas tienen mejores sistemas de seguridad, pero del mismo modo las herramientas utilizadas por los usurpadores son cada vez más potentes. En los últimos años han aparecido diferentes mercados negros donde lo que se venden son credenciales de cuentas de clientes.

Principalmente, los medios que suelen utilizar son aplicaciones falsas para detectar usuario y contraseña de las cuentas del usuario y poder obtener toda la información relevante. Y, por otro lado, utilizan herramientas que buscan en los correos de las personas datos sobre cuentas bancarias y nuevamente, usuario y contraseña de cuentas.

Los usuarios son las presas más fáciles de los usurpadores, pero… ¿y las empresas?

Según IBM, el 20% de los ataques o fraudes se da al sector de la industria. Principalmente suelen defraudar a bancos y cajeros automáticos con el objetivo de realizar transferencias fraudulentas.

Ante esto, en el caso de los bancos han decidido mejorar su seguridad a través de la biometría (tecnología que usa los rasgos humanos como contraseña), dejando atrás policías o garitas de seguridad. Esto quiere decir que han implementado sistemas de detección de huella, iris, reconocimiento facial, etc.

Nuevamente surge un problema, y es que esos datos biométricos de los usuarios pueden ser contenidos en el sistema o albergados en una base de datos, la cual puede ser hackeada por estos ciberdelincuentes.

El robo de identidad o, dicho de otro modo, delito de usurpación de estado civil o de identidad se recoge en el Artículo 401 del Código Penal donde este delito está castigado con pena de prisión de seis meses a tres años.

Si has sufrido algún daño de estas características, nuestro equipo de abogados estará encantados de conocerte y poder ayudarte a solucionar tu caso. En estos casos es muy importante contar con un abogado especialista en usurpación de identidad. En todo caso, se estudiará tu situación para barajar las posibilidades que hay para con el objetivo final de solventarlo de la mejor forma posible. Desde Gómez Rodríguez Abogados, te estamos esperando.