En la actualidad se está llevando a cabo un ciberataque denominado “Sextorsión”, el cual es un chantaje sexual, donde el extorsionador tiene un contenido íntimo y la víctima es coaccionada para dar dinero, nuevo contenido sexual e incluso, tener relaciones sexuales con el extorsionador. De no ser así, estos ciberdelincuentes amenazan con mandar este contenido a familiares y colgarlo en las diferentes redes sociales.

La sextorsión está recogida en el Artículo 243 del Código Penal donde se menciona:

“El que, con ánimo de lucro, obligare a otro, con violencia o intimidación, a realizar u omitir un acto o negocio jurídico en perjuicio de su patrimonio o del de un tercero, será castigado con la pena de prisión de uno a cinco años, sin perjuicio de las que pudieran imponerse por los actos de violencia física realizados.”

Como sextorsión podemos diferenciar principalmente dos tipos:

  • Parejas que, voluntariamente, se han sacado o mandado fotos de contenido sexual y tras dejarlo deciden amenazar con publicarlas en la red a cambio de dinero o algo del interés del extorsionador.
  • Ciberdelincuentes que entran en los dispositivos de las personas con el fin de capturar contenido sexual y amenazar a la víctima con hacerlo público.

Un ejemplo que deriva de este segundo tipo seria cuando en cualquier red social el ciberdelincuente manda solicitudes de amistad haciéndose pasar por una mujer atractiva. Cuando una de las victimas acepta esta solicitud, el ciberdelincuente inicia un chat llevando la conversación a una situación caliente para que el afectado mande fotos sexuales. En este momento se descubre que no se está chateando con una mujer atractiva sino con un ciberdelincuente que nos está pidiendo dinero si no queremos ver esas fotos subidas a la red o mandadas a nuestros familiares.

Al final el objetivo como ya hemos dicho es que las victimas accedan a darles dinero, ya que la publicación de fotos comprometidas puede arruinarte la vida. En el caso de abonar lo exigido, los ciber delincuentes se tomaran la libertad de pedirle más y más, es por esto por lo que la Policía recomienda no ceder en un primer momento e ir a denunciarlo.



La próxima vía de los ciberdelincuentes es Whatsapp y es que gracias a las listas de difusión podrán enviar el mensaje a multitud de personas donde finalmente alguno de esas bases de datos abonará el importe exigido.

Lo más normal es que con este tipo de chantajes se intente perjudicar a una víctima, abone e irse a por un nuevo objetivo. Pues bien, en algunos casos aparecen organizaciones cibercriminales pueden acabar con una empresa llevándola a la quiebra. Esto lo realizan a través de una relación de confianza mediante la que se aprovechan y principalmente mandan emails suplantados y chantajes para cambiar datos en las cuentas bancarias.

Como siempre, es mejor contar con verdaderos profesionales que se adapten y tengan experiencia en este tipo de casos. Desde Abogados Gómez Rodríguez, estamos a tu disposición y estamos encantados de poder ayudarte.