El ciberacoso, como la propia palabra indica, consiste en el acoso o la intimidación por medio de tecnologías digitales, ya sean redes sociales, juegos online o plataformas de mensajería digitales.

Este tipo de agresión puede llevarse a cabo de muchas formas, por la publicación de contenido de imágenes no autorizadas, el ataque mediante comentarios ofensivos, la suplantación de identidades o perfiles, etc. Son ataques muy comunes entre la población adolescente y suelen ir acompañados por acoso físico y psicológico. La diferencia es que el ciberacoso deja huella, por lo tanto, es más sencillo identificar el delito y detener el abuso.

 

¿El ciberacoso está penado?

A pesar de ser un concepto relativamente reciente, el ciberacoso se ha identificado como delito en el código penal desde el año 2013. Hay que tener en cuenta que este tipo de leyes no siguen una pauta completa, ya que las redes sociales evolucionan y los delitos puedes variar.

Aun así y como decíamos, el ciberacoso ya se considera un delito penal y puede acarrear consecuencias tales como penas de presión de tres meses a dos años de cárcel o multas de seis a 24 meses.

El ciberacoso es más común entre la población adolescente, aún así también es posible que este delito suceda en un contexto adulto. Por ello se pueden identificar tres tipos de ciberacoso, el primero sería el más genérico, que se produce como decíamos entre la población adulta, en segundo lugar, estaría el ciberacoso sexual, y por último el ciberbullying, que hace referencia al acoso entre menores.

 

En el caso de los menores serán los padres los responsables de los daños que puedan causar sus hijos o el centro de docencia si la agresión se produce en horas de responsabilidad y tutela del centro escolar.

Tipos de delitos que se pueden producir mediante el ciberacoso:

Dentro del ciberacoso son muchos los delitos que se pueden llevar a cabo. Como decíamos a diferencia del acoso físico, en este caso las pruebas quedan registradas en las redes sociales o en la plataforma en la que se produzca dicha agresión. Gracias a esto es posible identificar el tipo de delito que se comete por parte del agresor.

  • Delito de calumnia o injuria: Los insultos a través de redes sociales pueden resultar incluso más graves que en el ámbito privado, ya que la agresión se vuelve pública y el daño a la víctima puede ser mayor.
  • Delito contra la intimidad del menor: Este tipo de delito puede venir de muchas circunstancias diferentes, entre ellas la publicación de imágenes sin consentimiento del afectado.
  • Delito contra la integridad moral: La integridad moral es un derecho fundamental recogido en la Constitución Española, por lo tanto, cualquier tipo de agresión física o virtual contra la integridad moral de una persona se considera violencia y, en consecuencia, delito.

Delito de acoso u hostigamiento: Este es el caso más común de agresión, se puede producir desde los mensajes privados o públicamente desde comentarios. Se trata de mensajes ofensivos o repetidos que pueden llegar a causar un daño mental a la persona que los padece.

 

También es posibles topar casos de amenaza y coacción, delitos de incitación al suicidio o delito de acoso sexual a menores. La lista es interminable ya que son muchos, y cada vez más, los métodos por los que llegar a las víctimas gracias a las redes sociales.

Las últimas incorporaciones han sido en el año 2016 y hacen referencia al delito de sexting, envío de contenidos sexuales, ya sean imágenes o mensajes textuales, que posteriormente son difundidos sin consentimiento, o el stalking, que consiste en la vigilancia de una persona de forma constante hasta causar un daño a su intimidad y su seguridad.

 

¿Cómo actuar si padezco ciberacoso?

En el caso de los menores es algo más complejo, porque han de ser los padres los que tengan que mediar en toda esta situación judicial y es complicado que los niños asuman ante sus progenitores que padecen algún tipo de agresión.

En el caso de ciberacoso en personas adultas hay varias medidas que se pueden tomar:

  • Denunciar en la red social en la que se produzca el acoso. Hoy en día, y con la intención de evitar este tipo de agresiones, es posible notificar a Instagram cuando se producen situaciones similares, de esta forma puede bloquear cunetas y evitar que se repita el acoso a través de ese perfil.
  • Recopilar todas las pruebas de la agresión que has sufrido, textos, imágenes, etc.
  • Acudir a un profesional especializado en materia de ciberacoso o delitos en redes sociales.

 

En Gómez Rodríguez somo abogados especialistas en delitos informáticos y redes sociales, por ello te invitamos a contactar con nosotros si tienes alguna duda o consulta, estudiaremos tu caso para encontrar la mejor solución.